Basílica de La Merced, una Iglesia de la Orden Mercedaria.

Texto / Fotos: Trail Forth Journal.

Que Guayaquil tenga una iglesia de la Orden Mercedaria es el resultado de los primeros religiosos mercedarios que llegaron a la ciudad junto a Francisco de Orellana. Los frailes de esta congregación fueron quienes evangelizaron la región del litoral, y su lugar base era la isla Puná. Ellos desde aquí se trasladaban a otros lugares de la región lo que hacía que descubran caminos y mejoraran la comunicación entre los españoles y nativos de la región.

El primer edificio de la Orden Mercedaria estuvo ubicado en el actual Museo del Bombero (antes del museo se encontraba allí la Iglesia de la Concepción). La presente ubicación de la basílica actual es desde 1787.

Recorrer la basílica menor de la Merced bajo sus arcadas ojivales, es remontarse a los tiempos del gótico. Estilo en el cual se erigieron imponentes catedrales del medioevo. La basílica presenta tres naves, y en cada una de ellas se encuentran expresiones de fe en la religión Católica. El Altar Mayor de la Merced está revestido en pan de oro, y en ella se encuentra la Virgen de La Merced vestida del hábito con la Cruz Templaria de cuatro brazos iguales, evocando una de las más destacadas órdenes de caballería religiosa conocida en el país como la patrona de las Fuerzas Armadas del Ecuador.

Estos orígenes vienen desde España en el Siglo XIII, época en la cual se fundaron órdenes religiosas fundamentalmente para liberar a los cristianos que habían sido capturados y se encontraban en las prisiones de los musulmanes durante la época de las cruzadas, así como también atender a los enfermos y heridos que regresaban de las batallas. La devoción en el país se consolidó durante los tiempos de la Colonia y en la etapa republicana; cuando curiosamente en 1860 Perú decide ejecutar una invasión a territorio Ecuatoriano y Gabriel García Moreno (fue Presidente de la República) al mando del Ejército Ecuatoriano, derrotó al Ejército de Perú el
24 de septiembre —día de la fiesta de la Virgen de las Mercedes.

Dentro de la basílica encontrarán dos importantes representaciones que solo se encontrarán en este templo: la alegoría
de la Eucaristía, realizada por el escultor italiano Enrico Pacciani. Y una pintura realizada cerca de 1800. Es la imagen de la Virgen,
y junto a ella está una joven que toca la orla de sus vestiduras. Aquella joven que está presente en la imagen es quién luego se convertiría en la Esposa de José Joaquín de Olmedo.

Plaza de la Merced

Durante mucho tiempo la Plaza de la Merced no era más que un espacio de terreno vacío que se encontraba frente a la Iglesia de la Merced y que no tenía nombre. En sus primeros años el cabildo porteño no había designado un área concerniente a la orden religiosa sobre tener su respectiva plaza. Durante el Incendio Grande en 1896, este lugar fue ocupado por los habitantes como un refugio provisional con el fin de proteger sus bienes materiales de las llamas, sin embargo todos los esfuerzos, fueron inútiles, al igual que en la Plaza de San Francisco; todo lo que había llegado a estos lugares, fue consumido por el fuego.

El 11 de agosto de 1907 fue inaugurada oficialmente la Plaza de la Merced, y dos años después fue colocada en la Plaza el monumento a Pedro Carbo, un político, escritor y diplomático ecuatoriano. En la actualidad también se conoce este lugar como Plaza Pedro Carbo, es un lugar de pequeños jardines, fuentes de agua en donde se encuentra levantado el monumento a Pedro Carbo, acompañado de faroles en hierro fundido. La plaza se encuentra rodeada de importantes edificaciones de instituciones públicas y privadas, estas construcciones hacen que la Plaza de la Merced se sienta pequeña en contraste a lo que fue durante la época de la colonia y los inicios de la etapa republicana.