Incluso si eres la criatura más urbana, la necesidad de salir de la ciudad, de acampar, de hecho, puede apoderarse de tu imaginación en cualquier momento. Abandonar esa zona de confort y contemplar la posibilidad de acampar es algo que al menos una vez en la vida debemos considerar. Y es que acampar bajo las estrellas es una cura asombrosa a muchas enfermedades que la cotidianidad, el estrés o los tiempos de pandemia nos han hecho perder el sentido de la vida.