La torre se mantiene en este lugar hasta 1920, y luego por decisión del Consejo deciden contratar al señor Nicolás Virgilio Bardelin el 6 de Junio de 1921, para que inicie la construcción de una torre hecha de madera y revestida con cemento, que pueda albergar el reloj que había traído Vicente Rocafuerte. En 1921 el cabildo decidió asignarle al reloj público un lugar propio, en el malecón, justo en el nacimiento de la Av. 10 de agosto. Pero esto no duró mucho tiempo: cinco años más tarde no resistió su propio peso y se destruyó, porque la construcción había tenido errores en su edificación que con el pasar del tiempo se detectaron, como consecuencia en 1927 se decide demoler la edificación y el reloj inglés pasa a ser embodegado.