“Cuando estás corriendo, puedes respirar con dificultad, pero en realidad no estás obteniendo ese tipo de fuerza que va a poder expulsar el virus desde tan lejos”, dice el Dr. Esper. “Aunque puede que no exista una ciencia exacta, la regla de los seis pies se aplica prácticamente a todos en todas las situaciones, ya sea que estés corriendo, trotando o lo que sea”.