Zaruma, con sus tradiciones centenarias. Refleja una ciudad patrimonio material e inmaterial de gran valor para la UNESCO.
Texto: Patricio Añazco / Foto arriba: Instituto Nacional de Patrimonio Cultural / Coloreada: Jairo Cabrera. / Foto siguiente: Jairo Cabrera / Mapa: OpenStreetMap.
La ciudad de Zaruma está situada en las laderas de los Andes occidentales, a 1.200 metros sobre el nivel del mar, en medio de un terreno escarpado con fuertes pendientes que se elevan de 500 a 3.500 metros de altura en sólo 20 kilómetros. Esta población tiene un gran valor de Zaruma frente a la UNESCO.
En las zonas más altas hay valles y cañones profundos, cabeceras de los ríos Moromoro, Calera, Amarillo y Luis, que se unen para formar el río Puyango. El Puyango se une luego al río Tumbes, formando la importante cuenca hidrográfica conocida como Tumbes en Perú, que continúa hasta el Océano Pacífico.
Vista General de Zaruma entre 1900 – 1909
En las zonas más altas hay valles y cañones profundos, cabeceras de los ríos Moromoro, Calera, Amarillo y Luis, que se unen para formar el río Puyango. El Puyango se une luego al río Tumbes, formando la importante cuenca hidrográfica conocida como Tumbes en Perú, que continúa hasta el Océano Pacífico.
Clima de Zaruma.
Centro actual de Zaruma
Esta región pertenece a la zona de vida de la Selva Premontana, con temperaturas medias anuales de 18°C a 24°C, por lo que el clima predominante en Zaruma es húmedo y subtropical. La precipitación media anual en algunas zonas es de 2.000 a 4.000 mm y hay dos estaciones claramente definidas: el invierno, de enero a abril, y el verano, de abril a diciembre, con los meses más secos entre julio y noviembre.
Dado que Ecuador se encuentra a caballo entre el ecuador y el paralelo 0º, las estaciones se deben a las corrientes oceánicas: el invierno es el periodo de lluvias, bajo la influencia de la corriente cálida de El Niño, mientras que el verano está más influenciado por la corriente fría de Humboldt y suele ser la estación seca.
La minería presente en Zaruma.
La historia minera de Zaruma se remonta a la época prehispánica, colonial y republicana de Ecuador. Esto ha dejado una huella especial en la ciudad y en sus habitantes. El hecho de ser una ciudad minera, con tradiciones centenarias, y la incorporación de influencias de los países industrializados a finales del siglo XIX y principios del XX, ha generado características únicas que se reflejan en el patrimonio material: el diseño urbano, la arquitectura, el paisaje natural y cultural, y en el patrimonio inmaterial: las tradiciones orales, las fiestas, las comidas y el conocimiento íntimo de la Naturaleza y el universo.
Zaruma, ciudad minera construida en medio de un paisaje subtropical montañoso en el sur de los Andes ecuatorianos, sin seguir el trazado en damero tan característico de las ciudades fundadas en esa época, desarrolló un modelo y un estilo arquitectónico regional apropiado, adaptado a la topografía de las montañas, y plasmado en sus singulares calles, casas de madera y huertos familiares; en la persistencia de largos socavones mineros y sus entradas.
La arquitectura de Zaruma y su valor para la UNESCO.
De acuerdo a la UNESCO, los campos de la formación del hábitat, la gestión ambiental, el desarrollo urbano, la arquitectura de madera y la tecnología de la construcción, fruto del auge minero, Zaruma aporta su experiencia al mundo para resolver problemas funcionales, estructurales y formales, mezclando adecuadamente la sabiduría ancestral con las innovaciones tecnológicas que se han desarrollado contemporáneamente.
El desarrollo urbano orgánico, atípico para una ciudad de origen colonial español, y la construcción en madera, utilizada en Zaruma como continuación de las tradiciones constructivas anteriores a la conquista, influenciada por los códigos formales de construcción de la época colonial y del siglo XIX, y la presencia de galerías mineras como El Sexmo, hacen de Zaruma un ejemplo representativo, único en un período significativo de las ciudades y de la actividad humana del siglo XIX y del primer tercio del siglo XX.
La ciudad minera de Zaruma es también un ejemplo excepcional de asentamiento humano generado por las actividades mineras en un entorno montañoso de topografía irregular, donde la cultura local se ha enriquecido con diversas fuentes e influencias. La ciudad es vulnerable, tanto por las minas que se encuentran bajo sus pies como por el hecho de que la mayoría de sus edificios son principalmente de madera. La interacción con el entorno y la presión de los nuevos modos de vida podrían enfrentar a Zaruma a cambios irreversibles.
Mapa de Zaruma
Una arquitectura única en la costa de Ecuador.
La autenticidad de Zaruma se expresa en los componentes de las minas, en particular, el Sexmo, y en el desarrollo urbano orgánico de Zaruma, con sus pórticos y su arquitectura de madera. Esta ciudad nació y creció con un modelo o patrón orgánico, atípico de las ciudades coloniales latinoamericanas formalmente fundadas en la época. Esto se convirtió en su sabor distintivo, permitiendo a los observadores leer la historia de la construcción de la ciudad, y entender cómo la minería modeló su paisaje y la ciudad, al mismo tiempo que determinó los auges y depresiones que marcaron grandes diferencias en la población entre la época colonial y la república.
La arquitectura poco común de Zaruma, que mezcla la creatividad y la pericia de los artesanos con los requerimientos de una vida orientada a la producción minera y su administración, ha respondido técnicamente, con soluciones adecuadas, que han influido en la arquitectura de la región, en el uso de materiales y en los sistemas y estilos constructivos, así como en las fuertes tradiciones en la gastronomía local, las costumbres, las fiestas y otras expresiones del patrimonio inmaterial.
La integridad del bien se conserva por su tradición histórica minera que continúa, por la adaptación de la arquitectura contemporánea, conservando el diseño formal y constructivo, las técnicas y la adaptación a los estilos de vida.
Estos componentes demuestran que Zaruma sigue manteniendo elementos de autenticidad en sus barrios, sus referentes naturales de su topografía, los cerros que rodean la ciudad, y su actividad minera.
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