Posteriormente ésta pasó a llamarse: Plaza de Bolívar, que se construyó en la mitad de la plaza un monumento en homenaje al libertador. El último nombre que adquirió es: Parque Seminario, en memoria a Miguel Suárez Seminario y de su familia, quienes construyeron y donaron al municipio sus ornamentos, rejas perimetrales, glorieta, laguna, bancas y faroles.